Uno de mis cuentos favoritos del maestro King perteneciente a la antología Skeleton Crew, en donde un cirujano con nexos con el narco se ve en la imposible situación de sobrevivir en un islote después de un naufragio. Las cosas se complican, se fractura el tobillo y no le queda más que amputarse la extremidad. A partir de ahí, descenderá en un infierno de automutilaciones para alimentarse, no sin antes, darse unas cuantas líneas de cocaína para soportar el tremendo dolor. Un cuento bastante crudo y con una narración epistolar. No sé por qué, siempre que leo esta obra recuerdo el clásico "Itchy, tasty" del primer Resident Evil.
