El primer Dead Space está repleto de segmentos memorables y
cuenta con un storytelling sobresaliente. En general, una obra que hasta la fecha considero sigue
siendo menospreciada. Uno de mis momentos favoritos es el
enfrentamiento contra el jefe final, The Hive Mind. Una batalla algo corta y no
tan difícil, pero que representa la inmensidad del horror que son los Necromorphs. Afortunadamente,
en Dead Space 3, retomarían la idea de esta ballata llevándola ahora a niveles casi Lovecraftianos.
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